martes, 6 de abril de 2010

CRUCIFIXIÓN.


Martes 6 de Abril del Año del Señor de 2010. 15:54 horas. La Semana Santa se ha acabado. Semana de Pasión. De recogimiento, de silencio, de reflexión. Eso es lo que al menos propugna la fé cristiana.
Hoy estoy en mi último día vacacional. Mañana volveré a la oficina y al quehacer diario. El ciclo. El volver a su ser. Te vas y vuelves. Como el boomerang.
Pues ya estoy aquí. Más de una semana sin escribir. Y no porque no tuviera nada que decir. No. Sino porque realmente no me apetecía escribir nada. Tiempo de reflexión. Tiempo de vaguería absoluta. Tiempo de perrear, como dicen en Villalón.
Y digo que si tenía cosas que decir, y muchas, porque es totalmente cierto. Confieso que he visto poco (por no decir nada) la televisión. Que he estado una semana totalmente aislado del mundo, salvo por un pequeño cordón umbilical que me unía a él. El Marca. Sí. El periódico diário más leido de este país. Un periódico deportivo. Lo cual dice mucho del país en el que vivimos. Donde un diario deportivo marca la pauta.... Sobran las palabras.
Y decía, que mi única preocupación informativa era la crisis deportiva e institucional que está atravesando mi equipo. El Real Valladolid.
Deportivamente como el culo. Con Onésimo 6 puntos de 30 posibles. Alineaciones sin sentido. Perdida de poder y ascendiente en el vestuario. Una plantilla que no le respetaba. Debacle. Dos resultados adversos en Jerez y contra el Villarreal...
A eso se suma una noticia en Radio Marca que habla de una salida nocturna a Salamanca de varios jugadores la víspera del partido ante el Espanyol. Un jugador apartado y expulsado del equipo por la Junta Directiva.
La gente indignada. Amenazas veladas en los entrenamientos. Insultos graves. Los jugadores señalados por los excesos plantan cara a la afición....
Un polvorín.
Olabe, a la postre secretario técnico y culpable de esta situación, se saca un conejo de su ya maltrecha chistera. Cesa a Onésimo, al que jamás debió dar este caramelo envenenado, y ficha a... tachán... Javier Clemente...
Tengo miedo... Oigo voces... estoy asustado... este es mi estado de ánimo.
Aparentemente no es un mal entrenador. Con experiencia. Con mano dura. Que sabe llevar por el buen camino a niñatos como los que tenemos en el equipo.
Pero es polémico. Querido y muy odiado. La gente en Valladolid no le quiere. Y de sus últimos equipos salió de mala manera. Y al Murcia, al que también intentó salvar en 2008 no lo consiguió.
Ojalá me equivoque pero creo que esta no era la mejor elección. Creo que habría que haberle dado el equipo a Moré desde el principio. Sólo quedan 8 partidos y no creo que Clemente pueda enderezar esto. Pero ni el ni nadie. Ya es imposible.
Estamos en nuestra particular Semana Santa. Pasión, Crucifixión, ¿Resurrección?
Que sea el tiempo, ese juez implacable que da y quita razones, el que nos ponga a cada uno en su sitio.
De todos modos, pase lo que pase, prometo hacer un análisis exhaustivo cuando la temporada acabe. Exactamente dentro de 8 partidos. Pasado, presente y futuro, pero como si yo fuera el presidente del equipo. Traerá cola. Ya lo vereis.
Os dejo con una recomendación musical: Loquillo y su canción "Memoria de jovenes airados". Muy buena. Disfrutadla.

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