La necesidad de incorporar un jugador nacional de calidad apremia a Querejeta, mientras que el jugador ve con buenos ojos la posibilidad de volver al Maccabi, opción que venía fraguandose desde Navidades.
Salvo un giro inesperado en los próximos días, el ala-pívot israelí se encuentra a punto de poner fin a su corta etapa profesional en el Caja Laboral Baskonia para regresar a su club de origen, el Maccabi, que ya le aguarda con los brazos abiertos con el objetivo de intentar reverdecer viejos éxitos, tras una temporada marcada por el fracaso más absoluto tanto en la liga hebrea como en Europa.
La salida del israelí está basicamente marcada por dos pautas: De un lado intentar recibir la mayor cantidad posible de dinero por un traspaso, pero sobre todo la necesidad que apremia al club en la configuración de la plantilla para la próxima temporada. Y es que no podemos olvidar el tema de los cupos, porque a día de hoy Baskonia no los cumple.
Ayer el rumor insistente hablaba de la posibilidad de que Baskonia tuviese apalabrado ya un recambio en la figura de Marcus Haislip, el ex del Unicaja. Pero no. Tanto Querejeta como Ivanovic quieren concentrar a corto plazo todos sus esfuerzos en encontrar un seleccionable de calidad. Jordi Trias, Pablo Aguilar o Nikola Mirotic son los nombres que maneja el club.
A día de hoy los españoles de la plantilla son Oleson, Ribas y San Emeterio. Se necesita otro seleccionable de solvencia que permita disponer de un plantel competitivo. Para ello, el club se ha visto en la difícil tesitura de tener que sacrificar a Eliyahu, un cuatro de enorme talento ofensivo pero que se ha visto lastrado en su primera experiencia fuera de Israel por sus problemas defensivos -Ivanovic llegó a convertirle en un convidado de piedra en los albores de curso- y, sobre todo, una dolorosa pubalgia de la que no se restableció prácticamente hasta los play off por el título.
Todo está por definir. Las más que posibles llegadas de Bjelica y Batista (este como seleccionable por pasaporte), la llegada de un pivot español (Trias, Aguilar o Mirotic), la más que posible salida de Herrmann dirección Fuenlabrada (en la operación Batista), y la más que posible entrada de un seleccionable de relleno acabarían de conformar una plantilla con la que poder defender el título tan brillantemente conseguido el año pasado.
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